Es el día de Acción de Gracias, Thanksgiving, una festividad estadounidense que se celebra cada cuarto jueves de noviembre. Su origen se remonta al siglo XVII, cuando colonos británicos llegados a América quisieron celebrar el final de una buena cosecha e invitaron a los nativos americanos agradeciendo su ayuda por haberlos enseñado a cultivar allí. Existe cierta controversia sobre dónde se celebró por primera vez pero, en cualquier caso, desde el siglo XIX es una fiesta nacional en el país.
El presidente Biden, como manda la tradición, ya ha indultado a dos pavos y esta noche se celebrará en todas las casas de Estados Unidos una cena en familia en la que se comerá pavo al horno, stuffing (es el relleno del pavo, una guarnición que suele llevar pan, verduras, nueces y pasas y que curiosamente se cocina aparte), salsa de arándanos, judías verdes, puré de patata, gravy (la salsa de carne hecha con el jugo del pavo) y el postre, un pastel que puede ser de nueces pecanas, de manzana, de zanahoria, de calabaza…
Hemos aprendido lo que es Acción de Gracias mediante colonización cultural: Viernes negro, Tienes un email, Robo en las alturas, A casa por vacaciones, Mejor solo que mal acompañado… son cintas que ya tienen su años y que nos muestran el gran esfuerzo que hacen los norteamericanos para volver a casa ese día y cenar en familia. Lo podemos ver también en series, como en la mítica escena de Friends con Joey con un pavo en la cabeza.
Y al día siguiente, ¡a comprar! Al contrario que Acción de Gracias, el Black Friday está ya plenamente normalizado como un día (o unos cuantos) en que las tiendas ofrecen descuentos que se aprovechan para adelantar las compras de Navidad. En España, la empresa Media Markt fue la primera que hizo descuentos con este motivo en 2012, y al cabo de pocos años ya lo hacían todas las grandes cadenas, con lo que al pequeño comercio no le quedó más remedio que participar. Hoy se ha convertido en una celebración ciudadana: el Ajuntamente de Palma espera que 20.000 personas acudan esta noche a la encendida de las luces de Navidad y a los desfiles y espectáculos que se han organizado, incentivando así la cultura consumista.
Además de la inevitable globalización cultural y comercial, ser una tierra de acogida nos ha hecho sumar tradiciones propias de las personas que llegan. En Mallorca ya celebramos la Feria de Abril, Halloween, el Ramadán, Santa Lucía, el Año Nuevo Chino y Janucá. A mí me gusta celebrar Acción de Gracias porque no son tantas las veces que nos acordemos de eso, de dar las gracias. Y considero que como sociedad nos enriquece más sumar tradiciones de otras culturas que sustituir las que ya tenemos, como Tots Sants, por otras impostadas como Halloween.