Si Marga Prohens pretende competir en el fango con Iago Negueruela lo tiene prácticamente imposible. No le aconsejo que siga ese camino ni un día más. La victoria está garantizada para el portavoz socialista, especialista en este tipo de menesteres y en otros aún más oscuros, aunque el cierre de la Oficina Anticorrupción dirigida por el militante del PSOE Tòfol Milan es un duro golpe para Negueruela si lo que quería es seguir utilizando este organismo para deteriorar a la derecha.
Recordemos que la Oficina Anticorrupción es el único organismo que nunca, con ocho años de vida, ha investigado algún asunto relacionado con el Govern (de izquierdas) o ayuntamientos gobernados por la izquierda. Por ejemplo, dicha Oficina dio carpetazo al escándalo de los altos cargos que se saltaron el orden establecido con las vacunaciones durante la pandemia. Tampoco se sabe qué hizo este organismo con el escándalo internacional de las menores tuteladas que fueron prostituidas, aunque ya se sabe que hubo una comisión que determinó vergonzosamente que la culpa era de la sociedad. Tampoco entró en el fondo con el escándalo de la salida nocturna de Armengol en el conocido asunto del Hat Bar. La Oficina Anticorrupción miró hacia otro lado con el escándalo urbanístico descubierto en Sant Josep, y que provocó la detención del entonces alcalde, el socialista Ángel Guerrero, hace apenas unos meses.
Por el contrario, la Oficina Anticorrupción sí remitió a la Fiscalía la contratación de un vídeo promocional por parte del Consell d'Eivissa sin dar audiencia al presidente de la institución, el popular Vicent Marí, al que no permitieron ni defenderse. Se ve que en esta oficina ‘imparcial' dirigida por el socialista Milan solo se ha dado audiencia en función de la militancia del investigado.
No hay que ser un lince para ver claro que dicha Oficina Anticorrupción fue creada para investigar a la oposición sin ningún tipo de pudor ni vergüenza. Da igual si el asunto es penal o no. Lo importante es hacer ruido y dañar la imagen del contrario político, algo que vivió en sus propias carnes Marga Prohens cuando estaba en la oposición y en el momento que filtraron que había incrementado su patrimonio cuando lo que había ocurrido es que vendió una propiedad tras divorciarse. El asunto, sin embargo, dio para varias portadas de periódico.
Este órgano partidista y caro no puede seguir funcionando cuando ya existe la Sindicatura de Comptes y la Administración judicial, donde la izquierda también ha ejercido una gran influencia durante años. Todo lo demás sobra y es un insulto a la inteligencia de los ciudadanos, que podrán superar perfectamente el ‘trauma' del cierre de esta oficina partidista.