Siempre me ha gustado hacer cosas con las manos, pero me temo que están empezando a fallarme. Hace ya algún tiempo que no entiendo las notas manuscritas que tomo, ni siquiera se distinguen las letras, que por otra parte parecen una mezcla de árabe y chino, a ratos todas pegadas en un solo trazo y a ratos desperdigadas. Es decir, palabras inexistentes, garabatos. Saca bastante de quicio no poder leer tus propias notas, sobre todo si eres aficionado a tomarlas, y luego te pasas el día intentando desentrañar papelitos misteriosos. Suelo llenar muchas libretitas, y para nada. A veces incluso me despierto de madrugada para tomar notas urgentes, pero cuando las consulto a fin de escribir algo, al final escribo otra cosa porque no entiendo nada de lo anotado. Como si lo hubiera redactado sin encender la luz, a oscuras, y sobre una superficie blanda y deformable. Antes yo sabía escribir a mano, me gustaba mucho, y después introducía correcciones, y tachaba cosas, y seguía siendo perfectamente legible. Ahora no, nunca. De esto me doy cuenta porque todavía sé leer, cuando veo un texto me entero de lo que pone, y en mis notas a mano no pone nada. Parece que he desarrollado una fuerte tendencia al garabato, tal vez por el excesivo recurso a la figura retórica de la ironía. ¡Ni yo me entiendo cuando ironizo!
Quizá mis manos han perdido automatismos, o peor aún, han adquirido otros automatismos desconocidos para mí, y ya no puedo fiarme de ellas. Al principio consideré si serían achaques físicos, o algo que comí (mayonesa mezclada con gochujang, la salsa coreana picante de chili), o incluso algo que, por prescripción facultativa, no bebí. Porque cuando yo bebía a placer, las manos me funcionaban correctamente, y se me entendía todo. Podría ser eso, o la edad, o el hábito del sarcasmo, o qué sé yo. El caso es que ya no logro escribir a mano, que es lo que me gustaba. No sé por qué sigo tomando notas, si total no podré leerlas, pero lo hago con profusión. Este párrafo procede de un papelito bastante antiguo, en el que sólo pude entender la palabra gochujang. O algo así, cualquiera sabe. De modo que, como decía, he tenido que escribir otra cosa. Pero no a mano.