El suceso ocurrió en el debate andaluz entre los representantes de las cuatro principales formaciones políticas y ya se ha hecho viral. El candidato de Sumar, durante todo el debate dio la espalda a la candidata de Vox y no le miró a la cara ni cuando intervenía.
Lo significativo del caso es que sea el candidato del partido presuntamente más feminista el que le hiciese el feo permanente a la única mujer en el plató. Si hubiese sido un hombre, lo menos que le habría hecho es escupirle en un ojo.
Aquí se ve la verdad de las posturas políticas y no en las declaraciones altisonantes. Porque el señor de la extrema izquierda aludió en su intervención constantemente a la democracia y el diálogo. ¿Diálogo, cuando ni siquiera consideró la presencia de su oponente en el plató televisivo y la ninguneó con el peor de sus desprecios?
Diálogo, para éste y otros representantes de Sumar es el monólogo, la exposición de sus propias posturas y la negación de aquellas otras que no les gustan. Y esto tampoco tiene nada que ver con la democracia, pues ni la candidata de Vox ni su partido han realizado hasta ahora acciones antidemocráticas de ningún tipo, como sí han venido haciendo, en cambio, los manifestantes de extrema izquierda, con constantes escraches a sus adversarios, censura a quienes no les gustan y agresiones a actos culturales varios,
Así que las manifestaciones del candidato de Sumar son pura hipocresía de quien en el fondo es un violento y para quien no dar la cara ante su oponente femenina más que una acción de mala educación fue un acto de pura y simple cobardía.