Declara el pasado, diagnostica el presente, pronostica el futuro. Practica estos actos». Esta frase, que se la he cogido prestada a Hipócrates, refleja claramente la situación actual de la sanidad balear. Es más necesario que nunca auditar la gestión de los pasados ocho años, analizar en qué estado nos encontramos y los pasos a dar. Vivimos momentos de cambio, por lo que no podemos seguir igual.
En Mallorca, asistimos al colapso de las urgencias hospitalarias, la falta de camas y la escasez de personal para atender a una demanda que se multiplica durante los meses de verano. Se cierran plantas porque no hay profesionales de enfermería, no se cubren las vacaciones de los trabajadores y los pacientes esperan hasta dos días para que les asignen una habitación.
Mientras, en Ibiza, la situación en Oncología es de juzgado de guardia, con un solo especialista para toda la población, y en Menorca, el IB-Salut se ha visto obligado a derivar pacientes a la sanidad privada porque no tiene recursos para atenderles. Es la hora de practicar la solución.