Acarician nuestros oídos con promesas de rebajas fiscales y prometen que, al bajar los impuestos, crecerá la economía y todos ganaremos. Estas teorías se remontan a los años 70 y a Milton Friedman y su escuela de Chicago. Reagan y Thatcher fueron seguidores fanáticos de aquellas teorías que propugnaban dejar al mercado libre de toda regulación. Cuantos menos impedimentos tuvieran las empresas mejor le iría a la economía y, con ello, a todos. A las bajadas de impuestos le siguieron las desregulaciones legales para dar al mercado lo que según ellos le pertenecía: la libertad. Decían, y dicen, que cuantos menos impuestos paguemos, menos papel tenga el Estado y menos límites las empresas, mejor nos irá a todos.
Pero los hechos son tozudos y han demostrado que esta teoría es totalmente falsa. Las bajadas de impuestos no hacen crecer la economía, sino la desigualdad; la desregulación ha hecho que las empresas tengan más beneficios, pero no los ciudadanos; y la disminución del papel del Estado para proteger a los ciudadanos condujo a la crisis financiera de 2008 Estas doctrinas neoliberales se llevaron al extremo con Trump, Bolsonaro y su camarilla de correveidiles como Ayuso y compañía, al extremo de que han llegado a suponer una amenaza real para la democracia porque entienden que cualquier Gobierno en el que no estén ellos al frente es un impedimento para la libertad. Y para salirse con la suya han desarrollado un marketing político como nunca se había visto a lo largo de la Historia, imponiendo la estrategia del todo vale, desde las fake news a los insultos más soeces, y a poner en duda, preventivamente o a posteriori si han perdido, los mismos resultados electorales.
Hoy PP y Vox nos endulzan el oído con promesas de rebajas de impuestos, pero nada dicen del daño a los servicios públicos como sanidad o educación que esas rebajas implican, nada de la desigualdad social que supone recortar esos derechos. Para justificarlas prometen que reducirán la carga de un Estado sobredimensionado reduciendo el número de ministerios. En estos tiempos de mentiras y fake news no podemos creer lo que nos dicen, sino lo que hacen. ¿Y qué ha sido lo primero que han hecho al llegar al poder, aunque sea de una simple alcaldía? Subirse el sueldo y recortar derechos. La libertad y la democracia no son su libertad y su democracia, sino las de todos. Bajar impuestos no es sinónimo de crecimiento y libertad, sino de injusticia y desigualdad, aunque desde todos sus medios te estén repitiendo cada día lo contrario.