Un total de 394 personas murieron ahogadas en España en 2022 en espacios acuáticos, un 51,5 % más que el año anterior. De todos los fallecimientos, 39 se registraron en Baleares, lo que representa un 10 %. Fue la cuarta comunidad autónoma con más accidentes de este tipo. Las cifras son alarmantes y a puertas de la temporada de verano, cuando incrementan los baños y el número de personas en la playa, es necesario recordar las reglas que pueden ayudar a prevenir la tragedia.
La mayoría de ahogamientos se producen en el mar. El año pasado fueron 217. Pero no debemos olvidar las piscinas y los ríos y pantanos. Es importante seguir las recomendaciones:
1º. Es crucial aprender a nadar lo antes posible o al menos a mantenerse en la superficie del agua. El año pasado murieron en España al menos 37 menores por ahogamiento, y al menos 26 de ellos eran menores de 10 años. Pueden ser más, puesto que de 74 víctimas se desconocía la edad.
2º. Hay que atender a las advertencias y señales de peligro, como las banderas, y obedecer las indicaciones de los socorristas. En 183 casos de muerte de los 273 en los que debía haber servicio de vigilancia, éste no existía.
3º. Es necesario ducharse antes de bañarse o, como alternativa, salpicarnos en la orilla de cintura para arriba y entrar progresivamente para evitar una fuerte impresión que provoque una hidrocución por el cambio brusco de temperatura entre nuestro cuerpo y el agua fría.
4º. Es conveniente esperar una o dos horas antes de bañarse en caso de sofocos por exposición prolongada al sol o por intenso ejercicio físico, comidas abundantes, ingesta de alcohol, disgustos, etc., que podrían ser causa de la temida hidrocución o corte de digestión.
5º. Es muy importante observar con atención la profundidad, rocas y corrientes antes de sumergirse y tener especialmente cuidado al lanzarse al agua desde una zona superior.
6º. Es recomendable pinzarse la nariz si nos lanzamos de pie.
7º. Ante cualquier sensación de malestar, como dolores musculares o torácicos, así como sensación de mareo, hay que salir inmediatamente del agua y consultar con un socorrista o médico.
8º Antes de alejarse a nado de la orilla en la playa, debemos pensar en la distancia y el posible agotamiento para calibrar la fuerza necesaria para regresar.
El ahogamiento puede sobrevenir en cualquier momento y a cualquier edad, pero podemos tomar medidas para reducir el riesgo. Especial cuidado debe tenerse con niños y personas mayores. La mayor incidencia se da entre personas con más de 65 años; el año pasado al menos 113 víctimas superaban esa edad.
Afrontamos un año con previsiones de turismo históricas y una temporada estival que puede acabar en tragedia. Desde enero a abril de este año ya van 78 víctimas. Es imprescindible tomar precauciones para que un baño no se convierta en sentencia de muerte.