El caso es que el Gobierno más feminista de la historia de España ha hecho trizas el feminismo, año tras año. No a escondidas, sino con gran estruendo mediático y división total en el movimiento, como se pudo comprobar cada 8 de marzo. Extraño efecto. Cierto que esto no ha ocurrido sólo aquí, es una escabechina global de origen anglosajón, como casi todas, que se veía venir hace tiempo y que incluso se llevó por delante a la señora J.K. Rowling, probablemente la mujer más querida y admirada del mundo, así como a numerosas feministas históricas. Pero ciñéndonos a lo nuestro, y considerando los millares de análisis y comentarios que genera el desastre electoral del Gobierno, es muy raro que apenas nadie haya relacionado una cosa con otra, ni la voladura del feminismo como posible causa del hundimiento, malversaciones aparte.
Lo más extraño de este extraño efecto es que, salvo por el hosco silencio de Podemos, está pasando desapercibido a la hora de las valoraciones, y es de mal gusto citarlo. Ni siquiera la profusa escritura feminista, en general exhaustiva y puntillosa, dice ni pío acerca de este asunto, y cómo el colmo gubernamental del feminismo ha espantado a las mujeres de izquierdas. El colmo de la cosa es el fin de la cosa, dice un proverbio mongol. Que les vote su padre, debieron pensar esas mujeres que se quedaron en casa refunfuñando. Si el Gobierno más feminista de la historia se carga el feminismo y ahuyenta a las mujeres, y ni siquiera se entera (nadie dice nada), es normal que la izquierda pierda por paliza. Y paga el pato, por ejemplo, nuestra Francina Armengol, sin comerlo ni beberlo, porque sí.
Lo siento de verdad, pero aunque el extraño efecto de que el feminismo se autodestruya es de alcance universal (anglosajón), lo cierto es que el Gobierno se esmeró mucho en ello. Con enorme regocijo del PP y Vox. Por supuesto, yo no soy quién para hablar de esto, soy un puto cisheteropatriarcal, pero si nadie lo hace… Me asombra que ni se mencione entre las posibles causas del desastre electoral. Sí que es extraño, sí, este extraño efecto. El mundo está lleno de efectos grotescos. A ver si tenían razón los mongoles, y el colmo de la cosa no es la cosa.