La actualidad está llena de nudos; España misma es un conjunto desordenado de nudos que tienden a anudarse entre sí. De vez en cuando algo se enreda, se cruzan unos cables y unas palabras, la cosa sube de tono, alguien tira hacia un lado y otro hacia otro, y al poco rato ya tienes un nuevo nudo que no hay forma de deshacer. Como la gente no sabe hacer nudos, tampoco sabe aflojarlos, y sus torpes intentos aumentan la cifra de nudos. Hay nudos en todas partes, incluso nudos imaginarios en los cerebros, que son los más difíciles de desanudar. Yo conservo uno muy antiguo desde los 17 años, y media docena hace décadas, aunque procuro ignorarlos y hacer como si no. No siempre funciona. El Gobierno tiene un nudo en el estómago del que dan tirones sus socios, y otro en el Congreso, donde su mayoría va y viene por no estar bien sujeta a la cornamusa, y hacerse un lío los cordajes. Además, hay nudos históricos y culturales, como el catalán, el económico y el judicial, que por si no fuera ya de grueso calibre y tipo corredizo, ahora amenaza engrosar con una huelga de jueces y fiscales. El nudo jurídico que nos faltaba, sí señor. Y desde luego, también abundan los grandes nudos globales, gordianos, como el medioambiental, el climático y el bélico, que como requieren un acuerdo global para aflojarlos, pues nada, no se aflojan. Hubo un tiempo en el que yo, convencido de que ahí está la clave de casi todos los problemas humanos públicos o privados, me interesé por los nudos y traté de entender tanto el arte de hacerlos como el de deshacerlos. Pero entre que carezco de tesón y que hay más de 4.000 tipos de nudos, la mayoría de adorno, la verdad es que lo dejé pronto. Algunos nudos margarita, muy marineros, el de rizo, usado ya en el paleolítico, y el nudo corredizo Tarbuck, o nudo del ahorcado, es todo mi bagaje sobre el asunto. Eso sí, aprendí dos cosas. Que es contraproducente cortar el famoso nudo gordiano de un espadazo, como hizo Alejandro Magno en el antiguo reino de Frigia. Ya sé que ahora todos lo intentan, a lo bruto, pero así no se aflojan nudos. Y que la mayoría, en efecto, son nudos de adorno, ilusorios. De ahí la dificultad de aflojarlos. Siento no aportar más.
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