Estos días en la India se está celebrando el 150 aniversario del nacimiento de Rabindranaz Tagore y los centenarios del Nobel de literatura (1913), y del Cartero del Rey, desatando sobre todo la Tagoremanía. Durante todo un año tienen lugar conmemoraciones alrededor de esta figura universal, cuya obra literaria está impregnada de un panteísmo místico, de modo especial los aforismos de su libro Pájaros perdidos.
El pensamiento más conocido es aquel que dice: «Si lloras por haber perdido el sol, las lágrimas no te dejarán ver las estrellas»; o esta otra, sobre la naturaleza: «Convertid un árbol en leña y podrá arder para vosotros; pero ya no producirá flores ni frutos»; o ésta, sobre la amistad: «La verdadera amistad es como la fosforescencia, resplandece mejor cuando todo se ha oscurecido». Quizás esta: «El amor es el significado ultimado de todo lo que nos rodea. No es un simple sentimiento, es la verdad, es la alegría que está en el origen de toda creación». A nuestro mundo de hoy le faltan místicos que tiemplen nuestros espíritus.