Puede ser un gran noche, están removidos astrólogos y echadores de cartas por no sé qué conjunción de planetas. Dicen que es Plutón, fuera del catálogo que aprendimos de niños, quien tiene la culpa de los cambios que auguran. Hay que mirar al cielo, al menos para ver el espectáculo esplendoroso de la Luna llena. Hasta la Nasa llama Pink Moon a esta superluna de abril que algunos llamaban también de «las flores». Aquí la veremos pasar del rosa al blanco a eso de la medianoche. Qué curioso que tengamos unos días de colores pálidos. Así se presentó en Madrid para armar su plataforma Yolanda Díaz, vestida de blanco y con tonos rosáceos en moqueta, fondos, nombre y eslogan. El traje de blanco y rosa era el preferido de toreros como Manolete y ahora lo utiliza con frecuencia José Tomás. Buen color para una semana interesante para todos por afluencia de visitantes y tendencia, sol y buena temperatura para playas y procesiones. Hombre, no está la vida para verla en rosa, como la canción-himno de la Piaf, pero es preferible al todo en negro de gentes con mucho desahogo político. A ver de qué color se ve el reciente dato histórico de marzo en contrataciones y paro para estas Islas, o la victoria de las kellys en reconocimiento y condiciones de trabajo. El PP balear ha tenido que recular tras el insulto de Prohens por las camas elevables. Quizá influencia astrológica, pero dudo que cambien, porque mira el registro por corrupción en el PP europeo. En fin, que el efecto astrológico puede estar en la transición del verde al rosa como color de la esperanza.
Del verde al rosa
Emilio Lubrín | Palma |