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Parlamentarismo chungo

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No faltará quien opine que nuestras sesiones parlamentarias ya eran muy chungas desde hace años, y que un espectáculo tan chungo como el que se ofrece habitualmente en el Congreso, y que logró hace días el récord histórico de fealdad con el grotesco debate del sí es sí, es insuperable, y más chungo imposible. Comprendo a los que piensan así, pero de verdad, no hay nada tan chungo que no pueda empeorar más, y para chungo a más no poder, el colmo de lo chungo por así decir, la moción de censura de Vox con el cómico Tamames, que empieza hoy. El cómico más pretencioso y pagado de sí mismo del mundo, por cierto, que al fin cumplirá su sueño de subirse a la tribuna de oradores, y así proclamar al orbe su grotesco tránsito del comunismo a la ultraderecha, con sermón incluido y su bendición urbi et orbi, como si fuese un sumo pontífice nonagenario en el balcón engalanado de la basílica de San Pedro. En una variante actualizada de la vieja estrategia política del ‘cuanto peor mejor', que ahora Vox y el catedrático Tamames convierten en ‘cuanto más chungo, más mediático', llevamos ya meses comentando esta mierda parlamentaria, con chanzas o con rechinar de dientes, y como todo llega en esta vida, la gran exhibición por fin ha llegado. Es hoy. Y mañana. Los capullos de Podemos, devotos igualmente del cuanto peor mejor, y del cuanto más chungo más mediático, quisieron aprovechar la ocasión para promocionar a sus mujeres (Montero y Belarra), y que ganaran protagonismo replicando desde la misma tribuna al capullo de Tamames, pero parece que no les van a dejar. Lástima, porque ese duelo de protagonismos patológicos sí que hubiera sido, y de largo, la cosa más chunga que jamás veremos en este mundo. Promocionar, protagonismo, he aquí las claves de la fantochada, porque la gilipollez no tiene edad, ni género, y cada cual intenta llamar la atención como puede. Es decir, haciendo el ridículo más allá de sus posibilidades, que suele ser el método favorito. Si luego los periodistas empiezan a llamar «hacer un Tamames» a cualquier majadería, política o no, ejecutada a conciencia por puro afán de protagonismo, pues mejor que mejor. Además de a la historia chunga, habrán pasado al lenguaje coloquial. Mejor que no lo intenten en sus casas. Es sólo para especialistas. Muy chungos.

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