La Recesión económica del 2008 supuso un cataclismo económico que, en muchos países, también se tradujo en cataclismos políticos a cuenta de los partidos tradicionales.
En España, quien supo entender las posibilidades políticas de esta situación fue un grupo de intelectuales de izquierda encabezados por Pablo Iglesias que, con un discurso emocional y mesianico prendió como la espuma... pero no lo suficiente y, como todo el mundo sabe, el mesianismo no sirve para hacer política.
Ahora Podemos, de cuyo partido fue miembro fundador Iglesias, está fragmentado entre Yolanda Díaz y Pablo Iglesias con proyectos poco claros y a poco tiempo de las próximas elecciones
En el ámbito de la derecha, Vox también está en horas bajas (basta ver el esperpento de la moción de censura que ha montado Vox) pero no está nada claro que, de cara a las elecciones, Feijóo no tenga necesidad de pactar con Vox.
En resumen, no creo que vuelva el bipartidismo monopolar pero no habrá ningún partido que pueda competir con los dos tradicionales.