Si alguna vez le han rechazado sabrá perfectamente de qué le hablo. Es esa sensación amarga, llena de incomprensión, en la que alguien nos aparta, ya sea por nuestro físico, nuestras circunstancias personales, profesionales o simplemente por razones subjetivas y puede que infundadas, en el peor de los casos. Sea como fuere, que te rechacen es algo chungo que solo se puede superar de dos maneras. Una, por la aceptación de los hechos en base al reconocimiento de los argumentos. Dos, con la fortaleza mental que da la seguridad y la confianza en uno mismo. Para todo lo demás, están los psicólogos, que no son baratos. En fin. Que nuestros turistas de ganga, esos ingleses que les gusta venir a Baleares por cuatro perras, ponerse hasta el culo de todo y filtrear con todo tipo de peligros como violaciones, agresiones, balconing, mamadings, pequeños hurtos y borracheras, se han puesto tontorrones al saber que en Baleares no los queremos. Nos hemos llenado la boca diciendo que queremos turismo de calidad y ahora, los guiris que rechazamos se han puesto pelusones y la prensa inglesa no ha tenido otra idea que meterse con la buena de Lucía Escribano, la directora de Turismo del Consell. Y claro, su reacción, lejos de reconocer que son basura turística, ha sido atacarnos. Les recomendaría un buen psicólogo. Y ya dije antes que no son baratos.
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