La Unión Europea divaga; por eso sus dirigentes tienen que mentir alardeando de la unidad que ha habido en Europa durante la crisis de la COVID-19 y que ha sido inexistente. Ahora, con lo de los combustibles, calla y otorga. Pero es una vergüenza ver que permite que sus gobiernos les den subvenciones a los mismos ciudadanos que son los que las pagan y luego deja que se las engullan las grandes compañías petrolíferas subiendo los precios de todo. Ese cinismo económico llega a un punto escalofriante cuando Lagarde y la UE –con lo fácil que lo tienen a la hora de encarecer el euro y, por lo tanto, subir las hipotecas– no sugieren ningún impuesto para las vergonzantes ganancias de las compañías petrolíferas. Tampoco Sánchez ni sus socios de negocio, Podemos, mencionan tales temas confirmando que, en las altas finanzas, son tan de derechas como el que más y pasan de ‘justicia'.
También da grima ver la cháchara del gobernador del banco de España diciendo que bajaría los sueldos de los ciudadanos –no el suyo, que es más de diez veces más alto que el sueldo medio–, pero parece ser que no tiene una opinión sobre esas amorales compañías que lo quieren todo. Y mientras muchos ciudadanos no llegan a final de mes debido a las subidas de todos los precios, Sánchez es feliz y dice que todo va bien y progresa con su progresismo… mientras la gente, su gente, sufre una regresión: cada día gana menos, paga más impuestos y tiene menos servicios. ¿Dónde vive Sánchez? ¿Tampoco se entera de los sueldos de miseria que se les paga a los médicos, ni de la mortal espera de los pacientes para ser atendidos, ni de nada? No. Él vive en La Moncloa y es feliz, y Lagarde, y el gobernador del Banco de España, y los comunistas recauchutados a la derecha también lo son. Y uno, cuando se pregunta en manos de qué políticos estamos, entiende que ni la Unión Europea ni España están en manos responsables.
Sí, sabemos que los gobiernos y nosotros estamos en las mismas manos que nos gobiernan desde hace siglos y que solo las formas políticas han cambiado… pero ahora que los de arriba quieren cargarse a la clase media, creo con los ¿progresistas? Sánchez y la UE deberían demostrar que sirven a los ciudadanos y no a un amo escondido.