Pronto vamos a poder viajar en globo como Willy Fogg desde Mallorca a Menorca o a Ibiza. La conexión entre las islas a través de un zepelín dirigible va a ser una realidad. Una compañía aérea, de esas que unen las islas y poblaciones costeras de la Península, anuncia que dentro de tres años podremos viajar por Baleares en dirigible aerostático. Los modelos de aviación del pasado serán recuperados como alternativa a la aviación convencional. Y es que la contaminación ambiental se ha vuelto en contra del progreso de la ingeniería en el transporte aéreo. Se busca una aviación no contaminante y sostenible con el medio ambiente, que demuestre que el helio es una fórmula más ecológica.
Dicen los que saben, que el helio reduce hasta un 90 % las emisiones contaminantes que produce un avión comercial convencional. No seré yo quien dude de estas informaciones, aunque no nos digan lo que va a contaminar la construcción de estas nuevas aeronaves. Claro que nuevas, lo que se dice nuevas, no lo son del todo. Los dirigibles aerostáticos comenzaron a utilizarse hace casi siglo y medio, y dejaron de formar parte del tráfico comercial tras la primera Guerra Mundial con el desarrollo de la aviación convencional. Quién no recuerda el mítico zepelín sobrevolando las grandes ciudades europeas o ha visto las imágenes del aerostato Hindenburg en llamas.
Puestos a apostar por el medio ambiente, deberíamos pensar también en globos aerostáticos para cruzar de Alcúdia a Ciutadella, luciendo colores y esplendor. Con la nueva comunicación aérea podremos despegar y aterrizar en cualquier punto de las islas sin tener que soportar los retrasos, ni las aglomeraciones de Son Sant Joan, ni a los controladores aéreos amenazando con huelgas. Con los zepelines surcando los cielos de Baleares, el futuro del transporte aéreo ha vuelto.