China, desde antes de la invasión de Rusia a Ucrania ,estaba padeciendo una grave crisis económica y también lo del Covid le ha afectado gravemente a pesar del hermetismo del gobierno chino. China carece de recursos naturales y ha de comprarlos en el exterior. También , su apoyo a Putin, sin condenar la guerra de Rusia con Ucrania, le está costando caro a pesar de que aún EEUU no ha implantado medidas coercitivas como si ha hecho con Putin. Esas medidas de represalia afectaría más aún al gobierno de Xi Jinpimg, el cual está bastante preocupado por si esas sanciones de occidente llegan un día. Para evitar tal catástrofe, el gobierno chino debería retirar todo su apoyo al presidente ruso, cosa que muchos analistas geopolíticos creen sucederá más pronto que tarde. Pero yo no soy de esa opinión. Y ahí reside mi preocupación, que China decida enfrentarse a occidente junto a Putin, Irán, India, Venezuela y otros países " amigos".
De hecho, y a pesar de la vista gorda que ha empezado a mantener EEUU con el gobierno de Maduro, éste esta semana ha viajado a los países productores de petróleo como Emiratos Árabes Unidos o Irán en busca de alianzas. En contra de lo que publicitan los medios informativos mercenarios, Putin está ganando la guerra y consiguiendo avanzar en recuperar el Dombass y pronto veremos caer Kiev.
La petición de armamento moderno por parte de Zelenski lo único que está consiguiendo es alargar la guerra y que suba el número de víctimas civiles y militares. Putin ha abierto un corredor humanitario en Azot para que miles de civiles puedan huir del asalto inminente a esa fábrica de armamento biológico. Zelenski parece querer haya más víctimas inocentes pues eso es propaganda para él.
Esta guerra, a la que, hasta el mismísimo Papa Francisco ha calificado de ladridos de los perros de la OTAN a las puertas de Rusia, y foco de campo de pruebas de nuevo armamento militar y negocio del lobby de las armas, nos está llevando directamente a la III Guerra Mundial, una guerra bien diferente a las dos grandes guerras del siglo XX y precursora de un nuevo tipo de conflicto típico del siglo XXI.
China está pacientemente esperando a verlas venir, pero no dudará en intervenir cuando lo crea conveniente. De momento las víctimas las estamos poniendo nosotros, los europeos y ucranianos. Un avezado observador geopolítico debería haberse preguntado por qué EEUU retiró sus tropas de Afganistán, dejando al pobre pueblo afgano en manos del gobierno talibán. En geopolítica dos más dos son cuatro, y como en el juego del ajedrez, los movimientos de piezas se mueven con tres y hasta cinco fases si es necesario para vencer. Ahora agotaremos a los ejércitos ucraniano y europeo para, en su momento, tener reservas frescas prestas para el combate final. Será China capaz de no prever la jugada maestra de EEUU y perder el liderazgo para que Norteamérica siga siendo la potencia del Imperio?
La invasión de Ucrania ha elevado el precio del petróleo en un 30 por ciento y China necesita de ese combustible y del gas para seguir creciendo. La crisis alimentaria ya empieza a afectar a más de 1400 millones de seres humanos en todo el planeta, sobre todo en África. El yuan ha ido perdiendo su valor frente al dólar de forma casi imperceptible, y materiales como el aluminio, necesarios tanto para el crecimiento de la construcción de ciudades en China y en el sector automovilístico, se ha hecho notar de forma alarmante, es por ello que China, creo yo, no cederá a ser una nación más satélite de EEUU tanto si cae la Rusia de Putin o no.
Tenemos en frente a un grandioso ejército tanto terrestre como desde el espacio, del que apenas sabemos nada ni tampoco sabemos qué esconde China en la cara oculta de la luna. Ya hemos comprobado lo buenos que son los chinos creando virus letales en Wuhan 5 o el virus de la mal llamada viruela del mono, también creada en Wuhan, oh casualidad!!
Por eso afirmo que ni Rusia ni China acabarán siendo naciones sometidas al imperialismo norteamericano, y el mundo, tal y como lo conocemos, no volverá a ser jamás el mismo. ¿Y España? Pues con el gobierno de Pedro Sánchez, en lugar de medicinas y alimentos, ha enviado sin consultar a los españoles, armamento que solo, según Zelenski, durará dos días pero que nos ha obligado a no ser neutrales con Rusia. Tampoco hemos sido consultados con lo de Argelia. Nos hemos vendido al gobierno desleal de Marruecos, históricamente traidor a España, dejando tirados al Pueblo Saharaui y enfadado a nuestro mayor proveedor de gas. Ahora el gas vendrá desde EEUU en barcos y más caro. El dragón chino acabará aliándose con el oso ruso. Astucia más fuerza. Una combinación que no nos traerá nada bueno. Ya sólo nos falta le den el premio Nobel de la Paz a Joe Biden. ¿Sabéis rezar? Yo si. Nos hará falta.