Un falso mito en Occidente: el pan engorda. Lo que sí es una realidad, la falta de pan en África mata. La crisis alimentaria que está afrontando el continente por la falta de cereales, no tiene precedente. El programa mundial de alimentos de las Naciones Unidas anunció en su último informe que el número de personas que experimentan hambre aguda aumentará entre 33 millones y 47 millones debido al conflicto en Ucrania.
El pasado 2 de marzo, cuando se votó la resolución de condena a la invasión rusa, el respaldo fue unánime salvo por la parte africana. Por primera vez, África no siguió las órdenes occidentales y votó dividida sobre la resolución. De los cincuenta y cuatro países africanos, más de la mitad optó por no denunciar la invasión. Esta negativa se explica por el hartazgo por la política europea y americana en el continente, pero también por la dependencia continental de los cereales.
La Unión Africana ha solicitado esta semana, la suspensión de las sanciones contra los cereales y otros productos básicos clave, y la necesidad de su paso seguro por mar para mitigar los devastadores efectos económicos y sociales de una crisis alimentaria y energética. Por otro lado , Estados Unidos reprocha a los países africanos su «mala conducta» al comprar grano de Rusia. Actualmente hay 30 millones de toneladas de grano bloqueadas en los puertos ucranianos por los buques de guerra rusos. Ucrania era antes del conflicto uno de los principales exportadores mundiales de cereales y fertilizantes agrícolas. Sus mercancías eran fundamentales para la seguridad alimentaria de áreas como Oriente Medio y el norte de África.
El trigo es el 90 % de las importaciones de 4.000 millones de dólares de Rusia por parte de los países africanos. Somalia, el más afectado, depende de los países en conflicto en el 90 % de sus importaciones de trigo. La República Democrática del Congo, el segundo país africano más grande, importa el 80 % de su trigo de Rusia y Ucrania. Sudán, Nigeria, Etiopía, dependen del norte para aproximadamente el 45 % de sus importaciones colectivas de trigo. Chad, sin litoral, declaró una «emergencia alimentaria» esta semana.
La guerra que se libra en el este de Europa se cobrará sus consecuencias en el sur del continente. Nos arriesgamos a una inestabilidad política sin precedentes en el continente africano, lo que conllevaría a la proliferación de organizaciones terroristas, golpes de Estado y aumento de la inmigración ilegal. La guerra del pan mundial está en marcha.