El Gobierno sigue sin aclarar la posibilidad de una rebaja impositiva que abarate los costes energéticos y su ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero, muy en su línea, ni afirma ni niega, pero insiste en que se hará lo necesario para atender a los sectores y colectivos más vulnerables, sin especificar nada y sin tener en cuenta que en estos momentos vulnerables somos todos y cada día que pasa mucho más.
El precio de los carburantes se está llevando por delante a transportistas, pescadores, taxistas, ganaderos, agricultores… Y si a ello le unimos la luz y el gas, nos encontramos ante una situación de emergencia como nunca hemos vivido y a la que, hasta ahora, el Ejecutivo ha sido incapaz de dar solución.
La industria se está viendo obligada a paralizar su producción, el empleo se resiente y el valor de las materias primas se dispara, mientras nuestros gobernantes demuestran que son incapaces de solucionar los problemas de unos ciudadanos cada vez más empobrecidos, a los que sus disputas políticas les importan muy poco.