Bueno, algo sí. Por criminal que sea el comportamiento de Putin y los rusos, se entiende. Todas las superpotencias (nuclear en este caso) suelen hacer este tipo de cosas, y más si tienen un caudillo enloquecido. Invadir, conquistar, masacrar. No digamos si, como Putin, no cree estar conquistando, sino reconquistando. ¡La reconquista! Una atrocidad, pero comprensible. Lo de siempre. En cambio, por más que lo he intentado, de todo lo demás no entiendo nada. Vete a saber qué pretende la OTAN, el señor Biden, presidente de los EEUU, y la horrorizada Europa. Occidente, en fin. Si la OTAN, muy juiciosamente, no piensa intervenir ni defender Ucrania porque sería el fin del mundo, a qué viene incitar y arengar a los ucranios para que se inmolen en una heroica resistencia.
¿Estamos ayudándoles a que mueran muchos más? ¿Para ganar tiempo? ¿No sería mejor perder rápido, puesto que no hay ninguna posibilidad de ganar? Mucho valiente en cabeza ajena veo yo aquí, lanzando ardientes proclamas democráticas desde el sofá. Que abundan los héroes a buen recaudo, perorando muy cómodos en sus casas, es cosa sabida, pero la OTAN es una organización militar, y como tal, debería saber que las guerras se hacen para ganarlas, no para conmover a la audiencia con soflamas. Para eso ya están las películas. La Unión Europea, naturalmente, tampoco puede parar los tanques rusos (sería el fin del mundo), ni derrotar a Putin, pero anima a los desdichados ucranios para que lo hagan ellos.
Al precio de sus vidas. Así aprenderá el déspota ruso. La verdad es que cada día que pasa entiendo menos. Si ya no entendía mucho de las largas negociaciones previas a la invasión, con EEUU, la OTAN y la Unión galleando en nombre de Ucrania ante las exigencias rusas (¡No nos rendiremos, nunca cederemos!, aseguraban esos valientes), desde que empezaron los bombardeos ya no entiendo nada. Parece que todos estamos con Ucrania, pero los que ponen los muertos son ellos. Por supuesto, a algunos de nuestros entrañables independentistas catalanes les faltó tiempo para comparar Ucrania con Catalunya. Y las izquierdas, con decir no a la guerra, ya han cumplido. Matanzas aparte, lo peor de una guerra es lo que hay que oír. Mejor no me hagan caso, porque yo no entiendo nada. Lean a los entendidos. Hay muchísimos.