Debido a una caída, sufrí un hematoma subdural que ha requerido quince días de hospitalización en la Clínica Rotger de Palma. Esta ha sido para mí una impactante experiencia que me mueve a una sincera acción de gracias: Para la Junta Directiva de la Clínica Rotger y para ADESLAS y UMAS por su eficaz gestión; para el servicio religioso de la clínica; para los equipos médicos que me han tratado (doctores, enfermeras, personal auxiliar administrativo y de limpieza).
La competencia profesional de todos ellos y su gran amabilidad me han admirado. También mi agradecimiento más profundo para mis hermanos y hermanas, sobrinos y sobrinas que con tanto cariño me han tratado. Finalmente mil gracias a los amigos, sacerdotes y laicos, que han estado a mi lado en estos difíciles momentos.
Durante estos días he gozado de muchos momentos para meditar la Palabra de Dios y reflexionar sobre lo que ha sido mi vida con sus defectos y cualidades, con sus fracasos y éxitos. También he descubierto la importancia de la Pastoral de la Salud. La Iglesia debe cuidar mucho esta pastoral para poder llegar a lo más profundo del ser humano y transformarlo.