Y aquí estamos, en estas fechas tan señaladas en pleno invierno, con días de solecito pero con un frío que te entra en los huesos y te come por dentro: así es el invierno. La verdad es que las fechas siempre son señaladas en el calendario. Cada época del año tiene su historia, su cultura y sus tradiciones. Mallorca es una tierra ancestral en la que muchas de sus tradiciones se han conservado desde antaño hasta nuestros días. E
n estos días estamos viviendo prácticamente en toda la Isla las típicas celebraciones de Sant Antoni. Claro está, con las restricciones habituales con las que de manera resignada vivimos en la era de la COVID. De tradiciones hay muchísimas en Mallorca. Muchas son autóctonas y llevan siglos celebrándose. Hay otras más modernas que llevan unos años celebrándose y habrá otras en el futuro que también vendrán. Quizá llegue una época futura en la cual cada semana haya cosas a celebrar en los pueblos y ciudades. Y quizá habrá celebraciones nuevas que irán sustituyendo a las antiguas. Quién sabe. No sabemos a ciencia cierta lo que el futuro nos deparará. Pero lo que sí sabemos es que todo cambia, y en la vida actual, a una velocidad de vértigo.
Y si todo cambia, debemos adaptarnos a los cambios. Debemos ser flexibles como los juncos. Si les soy sincero debo confesarles que la celebración foránea que más me costó aceptar y adoptar en un principio fue la celebración de Halloween. Mi ética personal de hace unos años no me dejaba celebrar una fiesta que no provenía de la cultura popular. Tenía miedo que esa celebración terminara cubriendo el espacio de alguna tradición mallorquina. Pero un día cerré los ojos, tomé aire, me dejé llevar, decidí ser flexible y empecé a celebrar Halloween, sobre todo por mis hijos pequeños. Ahora nos disfrazamos de esqueletos, de calabazas, fantasmas o brujas, hacemos el truco o trato en petit comité y pasamos una velada entre risas y buen humor. Eso no le hace daño a nadie.
Creo que es posible conservar lo bueno y lo bello de la tradición ancestral y adaptarse a los nuevos tiempos, cogiendo siempre lo mejor, lo que nos haga reír (aunque en el caso de Halloween nos riamos de la muerte), lo que nos haga ser felices, ¿no creen?