Dos años después del descubrimiento del virus causante de la COVID-19, todo indica que el mundo camina hacia el fin de la pandemia o si no hacia una convivencia pacífica con este virus. Esta es una afirmación de la propia Organización Mundial de la Salud que dijo recientemente: 2022 tiene todo lo necesario para ser el año que termine la pandemia de COVID-19. Mientras esto pasa el mundo se enfrentará a varios desafíos en los próximos meses. Guerra fría entre China y Estados Unidos: Joe Biden ha marcado en su agenda exterior a China como prioridad número uno.
El año pasado logró tensar la cuerda al mantener los aranceles comerciales, envió barcos americanos al estrecho de Taiwán, condeno públicamente la exterminación que están sufriendo los Uigures en China, anunció el boicot a los Juegos Olímpicos de invierno de este año y por último dio a conocer el acuerdo AUKUS, publicado el 30 septiembre en mi tribuna de Ultima Hora. Este año traerá más tensión a las relaciones y su intensidad dependerá de lo que suceda con Taiwán.
Movilidad internacional: la movilidad no afecta solo los viajes de turismo que volverán a aumentar este año debido a la vacunación de gran parte de la población mundial. Sino también afecta esta movilidad a la inmigración, ya que una de las consecuencias de la crisis sanitaria es una gran demanda de mano de obra cualificada por parte de los países desarrollados, y una gran huida desde países empobrecidos. Lo que marcará la diferencia este año es el compromiso social de la Unión Europea con la inmigración y su capacidad de articular una respuesta conjunta para todo el territorio. Es justo mencionar que el 2021 guarda la cifra de 2.500 personas en sus aguas.
Cambios políticos: este año lo encaramos con varias citas electorales empezando por el país vecino Francia que tendrá cuatro visitas a las urnas en busca de consolidar el liderazgo de Macron y tejer un cinturón sanitario para impedir el ascenso del ultraderechista Eric Zemmour. En Estados Unidos se renuevan 435 miembros de la Cámara de Representantes y 34 miembros del Senado en noviembre. Las elecciones de mitad de mandato es una prueba para Biden y Kamala por si logran superar su caída de popularidad. En América latina, la foto estará en Brasil donde Jair Bolsonaro está buscando desacreditar las elecciones ‘a lo Trump’ para frenar una posible victoria de Lula da Silva. Por último, en Europa tendremos la vista puesta en nuestros vecinos del este: Polonia, Eslovenia y Serbia renovarán o continuarán con sus líderes.
Suena a tópico pero no lo es, el 2022 será el año de la esperanza, y de cambios en las diferentes esferas de la política internacional. La clave para iniciar esta recuperación y esta salida a la crisis es nuestra capacidad de superación. Para todo lo demás: feliz año nuevo a tod@s.