Mallorca ya tiene su propio ‘aceite de colza', aunque, afortunadamente y hasta el momento, el caso no se traduce en un problema de salud pública, pero sí supone una estafa de dimensiones espectaculares. Oro Oleum, otrora una marca reconocida, se ha convertido en sinónimo de fraude, con la que unos desaprensivos se han estado lucrando, vendiendo como oro líquido un aceite adulterado y de mala calidad. Visitar su página web, incomprensiblemente abierta hasta hace unos días, en los que cada día salen a la luz nuevos afectados, ponía los pelos de punta porque es increíble que hayan podido actuar impunemente, sin que nadie alertara de lo que estaba sucediendo.
Y es que, es inimaginable que alguien pueda hacer pasar por aceite de oliva virgen extra una mezcla de aceites de peor calidad, incluido el de girasol. Para mí es un misterio que ni empresarios ni consumidores se hayan dado cuenta de que ni el color, ni el sabor ni la textura se correspondían con lo que les habían vendido y hayan sido incapaces de detectar el engaño.