El humano es animal de algunas respuestas y de un montón de preguntas. ¿Por qué, después de campañas publicitarias sobre los efectos dramáticos de los accidentes de tráfico, gran cantidad de conductores continúan pisando hasta el fondo el acelerador? ¿Por qué, después de saber cómo acaban los adictos a la droga, los obsesos del sexo y los cegados por los juegos de azar, continúan los altos porcentajes de adictos, obsesos y cegados? Y, sobre todo, ¿por qué también caen los que por cultura son listos y por años, veteranos?
Si hay consecuencias que afectan negativamente a otras personas, el caso pase al juzgado. Pero yo no voy aquí a los efectos, sino a las causas. Pascal dijo que el corazón tiene razones que la razón ignora y yo me pregunto si el cuerpo tiene razones que el corazón y la razón ignoran. Nietzsche supuso que detrás de pensamientos y sentimientos se encontraba un soberano más poderoso que ellos, el cuerpo. La gran limitación comprensiva de Occidente es haberse limitado a la mente. Pero el sujeto humano no es sólo raciocinio, discurso y posibilidad, es también peso, límite y necesidad. Todos tendríamos que profundizar más en lo que supone no solo tener cuerpo, sino serlo; la corporalidad, en el humano, no es aditamento, sino constitución.