No todo va a ser jarana. Ya sé que a usted y a mí nos gusta más la broca que a un tonto un lápiz, pero hay días en los que toca hablar bien. Hoy es uno de esos días. Y va para las empresas e instituciones que, de manera conjunta, han pasado, por fin, de las palabras a los hechos. Porque nos llenamos la boca de hablar de sostenibilidad, medio ambiente, economía circular, kilómetro cero y toda esa palabrería del argot supermolón con el que llenamos discursos y declaraciones de intenciones y es un gusto ver que, finalmente, hay quien da pasos de verdad. La empresa Tirme, que es la que gestiona todo eso de las basuras, juntamente con el Consell y su poblera presidenta, se han puesto al frente de un programa de economía circular que implica hoteleros, agricultores locales y empresas tecnológicas. Es el ciclo que empieza con la basura de los hoteles de Mallorca, que se convierte después en compost, que va al campo de los payeses, que da frutos que luego venden a los hoteles y que los turistas vuelven a convertir en basura. Y así todos los días. Lo hagan convencidos o para vender más, lo cierto es que esto es lo que necesita Mallorca. Es de lo más coherente que he visto en los últimos años, uniendo empresas grandes y pequeñas con la Administración para hacer un mundo mejor. Hasta aquí, mis besitos de hoy. La semana que viene prometo jarana.
Cerrando el círculo
Antoni Martorell Reynés | Palma |