Tolstoi dedicó muchas páginas a reflexionar acerca del dinero llegando a concluir que era un mal en sí mismo. Y debe ser por ello que los torpes humanos llevamos siglos guerreando por poseerlo. El auge y el desplome de los reinos e imperios guarda inevitablemente relación con el dinero.
Y a estudiar estos asuntos dedicó su empeño el primer hombre negro que llegó a ser ministro en el Reino Unido, Kwasi Kwarteng, publicando un libro reeditado ahora bajo el título de Historia del dinero. Nacido en Londres de una familia que había emigrado desde Ghana, Kwarteng, especialista en historia económica, comienza en su obra tratando de la época de la conquista española de América –olvidemos de una vez lo de ‘descubrimiento'– abundando en la opinión de Keynes en el sentido de que la modernidad se inicia con la acumulación de capital del siglo XVI a consecuencia del raudal de oro y plata que a España le llegó desde el Nuevo Mundo.
Una de las nociones centrales del libro establece que las finanzas de los gobiernos y su necesidad de amontonar tesoros por medio de conquistas, préstamos o impuestos, proporciona un gran impulso al desarrollo de una sociedad y a su historia monetaria. Y así se refiere al patrón oro, abandonado por EEUU tras la PGM y de nuevo por el mismo país tras quedar endeudado por la guerra de Vietnam. Fueron las guerras en Europa las que llevaron a los Habsburgo a acopiar oro en América; también la Guerra de los Nueve Años llevó a Guillermo III a fundar el Banco de Inglaterra. El oro, relegado a un semiolvido en los tiempos de euforia digital, guste o no aparece una y otra vez como signo de estabilidad. Kwarteng escribió su libro tras la crisis del 2008. Lo de ahora quizás es otra cosa.