Y el curso 2021-2022 ya empezó. ¡Qué alegría poder volver de nuevo a las aulas! Sin duda alguna, este curso va a ser mucho mejor que el anterior. Siguen las normas COVID en los centros educativos: manos limpias, mascarillas, distancias, ventilación..., y todo eso por el bien de todos. Ojalá sea ya el último curso con mascarillas. De todas maneras, yo siempre trato de buscar el lado bueno de las cosas. El curso pasado fue el curso más complicado de mi trayectoria profesional (empezando ya el curso número 19 en mi centro de trabajo), pero también fue el más emocionante por el reto que suponía.
Este año ya sabemos a lo que nos enfrentamos. El reto es formar integralmente a los niños y niñas del hoy que serán los jóvenes y adultos del mañana. Formarles en conocimientos pero también en integridad emocional y personal. ¡Qué responsabilidad! Todavía no sabemos a ciencia cierta cómo afectará el estado de la pandemia en las aulas, pero ya estamos preparados para los eventuales confinamientos. Estamos preparados para todo. El pistoletazo de salida en los colegios siempre suele ir acompañado de las siguientes cosas: la presentación de los nuevos profesores y de los nuevos alumnos, la organización de las clases, la asignación de tareas y las pruebas iniciales.
Va a ser un curso formidable. Todos vamos a dar lo mejor de nosotros mismos para sacar el máximo provecho de cualquier situación. Es importante tomarnos en serio que la comunidad educativa la creamos, la alimentamos y la hacemos crecer juntos. La experiencia de los profesores y su deseo de ver crecer la semilla del aprendizaje en los alumnos es uno de los puntos clave. Otro de los puntos clave son los alumnos. Hay que tener en cuenta sus inquietudes, sus conocimientos previos, sus aptitudes para ayudarles a sacar lo mejor de ellos mismos. Los padres también tienen un papel fundamental y la relación con los tutores debe ser fluida y cordial. Problemas, los habrá. Una vida sin problemas no existe. Ni un individuo sin problemas, ni siquiera una célula o un microbio sin problemas, no existen. Pero de la reflexión de los problemas una vez superados viene el conocimiento, el crecimiento y el desarrollo personal. ¡Feliz curso!