Como bien saben, amables lectores, septiembre ya está aquí entre nosotros. Parece ser que septiembre ha amenazado con un ligero cambio de tiempo (algún chaparrón, nubes que tapan y destapan el sol, suave bajada de temperaturas), que en parte agradecen los que están fatigados de tanto calor (entre los cuales me incluyo). Que nadie se alarme todavía, que nadie saque la bufanda ni el anorak, los amantes del edredón que retengan sus ganas de sofá, manta y peli: todavía queda verano por delante. Pero lo que sí todos tenemos en mente es el cercano inicio escolar. Los docentes ya han arrancado con sus jornadas laborales en sus respectivos centros educativos. Hay que preparar programaciones, organizar tareas, planificar las celebraciones, hacer un buen traspaso de información con los profesores del curso pasado para conocer bien a los alumnos de este año…
Amables lectores, esto ya huele a colegio, a pupitre y a pizarra, a estuche y a cuaderno, a estudio y a esfuerzo, a crecimiento personal y a cultura. Aunque estamos ya (afortunadamente) en otra fase de la era COVID, habrá que seguir las recomendaciones sanitarias oportunas que irá dictando la Consellería de Educación por el bien de nuestros alumnos. Recuerdo el inicio del curso escolar anterior, después de un largo período de confinamiento en casa. Recuerdo las dudas y la incertidumbre que compartimos los docentes con los alumnos y las familias. Y a la vez, recuerdo también la ilusión y el atrevimiento con los que encaramos un curso 2020-2021 que parecía imposible. Y entre todos lo hicimos posible.
No puedo decir que el curso pasado fue un curso sin problemas, porque sí los hubo, y muchos, pero el esfuerzo de todos hizo que pudiéramos llegar sanos y salvos a buen puerto. De todas formas, este inicio de curso, por fortuna, no es exactamente como el del año anterior. Si bien es cierto que parece ser que la mascarilla nos va a acompañar todavía en las aulas, el hecho de que la vacunación llegue cada vez más a más personas hace intuir un curso en mejores condiciones. Sigamos creyendo que la educación nos hará mejores y más libres y trabajemos conjuntamente para hacer una sociedad mejor. El futuro de nuestros escolares está en juego.