A Sánchez todo le va bien y se le nota en su gesto; ha conseguido echar del PSOE, como Iglesias o Monedero , que mandan en Podemos, a los que les han discutido algo. y Sánchez ya sería el único gallo… si no fuese porque sus socios de ¿Gobierno? los de Podemos, ERC, y los vascos –los gallos en la sombra–, le picotean ante las cámaras al ver que él, por mucho que cante, les dará hasta la cresta a cambio de poder decir que es el presidente. Patético. Francina , lista, ya no pía sobre nada que suponga una mejora para el futuro de las Illes… Ella y Sánchez hablan de igualdad y feminachismo –ese feminismo histérico que tiene los mismos defectos que el machismo–.
A veces Francina menciona lo de crear una tejido económico que no dependa del turismo, pero luego se calla, porque sabe que para ello lo primero que los empresarios de las Illes necesitarían sería poder competir en igualdad económica con los de la Península, y que para eso necesitaríamos un REB justo… que no tenemos ni ella pide. Eso demuestra que el Gobierno ¿progresista? pasa de la Constitución cuando, a cambio de tener el poder, se mofa de la igualdad de derechos y deberes entre los españoles. Y pasa de vergüenza cuando es evidente que ha comprado a los socios vascos con 1.000 millones, a los catalanes, por lo que insinúa Rufián , con la posibilidad de independencia, y a los de Podemos con cuatro ministerios de feminachistas y personas poco inteligentes.
Basta oír a su ministro de Consumo, comunista declarado o podemita, aconsejar no comer carne de vacuno. Y da pena ver el golazo que la zarina le ha metido a Sánchez al hacerle aprobar que los jóvenes se puedan cambiar de sexo, aunque no votar, a partir de los 16 años sin que necesiten el permiso de sus padres. Lo que no aclaró la ¿progresista…? ¿De qué…?: no se sabe, es quién pagará si algo en ese proceso va mal… ¿O seremos los padres…? Eso es el comunismo: ni vida privada tienes. Gabriel, la catalana missing que se cortó la cresta, decía que los niños tenían que serles quitados a los padres y ser formados en centros políticos. Como en el fascismo de Cuba. Por cierto, que es increíble ver a los histéricos/cas de izquierdas y derechas defendiendo a los dictadores… cuando son de su partido.