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Apropiarse

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Lo primero que hicieron las grandes religiones para cimentar su poder fue apropiarse de la muerte, del más allá de la muerte y también del amor, o sexo por así decir. Dueñas del amor y la muerte, ya pueden mandar en este mundo y en el otro, y dictar cuantas normas les dé la gana. Toda civilización implica apropiación, y no sólo de dinero y recursos. Cualquier escritorcillo se apropia de la cultura y habla en su nombre. El PP lleva años metido en ciénagas judiciales por haberse apropiado de fondos públicos, lo cual es una fruslería, o una maniobra de distracción, considerando que también se han apropiado de la patria, la Constitución, el Supremo, el Poder Judicial, el Tribunal de Cuentas, la libertad de mercado, la idea de España y qué se yo cuántas fortificaciones. Cosas todas que, al igual que Eros y Tánatos en el caso de las religiones, en cuanto te apropias de ellas y las registras en el registro de la propiedad, el dinero fluye solo. Tuyo es el poder y la gloria.

El fracaso general de las izquierdas reside en que intentaron apropiarse de la moral y la razón (la Diosa Razón de los revolucionarios franceses), en lugar de limitarse a las instituciones que determinan qué es la moral y qué es lo razonable. Hay que tener mucho cuidado con lo que te apropias, porque luego se apropiará de ti y te hará picadillo. En esto la derecha tiene mucha ventaja histórica; siempre se apodera de lo que hay que apoderarse. Y bloquea lo que hay que bloquear, que en el caso de PP es todo, Tribunal Constitucional incluido. Y cuanto más les acosan pasadas corrupciones, con más fiereza se agarran a la patria, la ley, la dignidad nacional y toda la quincalla emotiva de la que se han apropiado. Suyas son las grandes palabras, que han requisado, decomisado, confiscado y expropiado.

Por supuesto, los indepes catalanes hacen lo mismo, y además de apropiarse de Catalunya y del idioma catalán, también se adueñan de la historia, la verdad y la democracia, y ello pese a su insuficiencia de votos. Y como en el caso del PP, las viejas trapisondas financieras de los Pujol (envueltos en la bandera), son minucias. Hablamos de grupos que se apropian a lo grande. De todo. La pasta es lo de menos.

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