El archivo italiano Luce guarda una joya inédita: la película de la visita de dos hijos de Mussolini , Bruno y Vittorio , a Palma el 15 de septiembre de 1929. Hasta ahora, sólo conocíamos el episodio gracias al libro Mussolini, a la conquista de las Baleares, del anarquista Camilo Berneri. Él cuenta, en base a los papeles del consulado italiano en Barcelona, que un crucero con mil camisas negras desfiló con todos los honores por la capital mallorquina. En su opinión, era un claro ejemplo de que el sueño imperial de Mussolini incluía Baleares. Hoy, gracias al vídeo de Luce, sabemos mucho más.
El crucero fascista salió de Roma y visitó Nápoles, Barcelona y Lisboa. Su última parada fue Palma, donde desfilaron hasta la plaza de Cort. El alcalde – Joan Aguiló , del partido conservador– y varios concejales los recibieron en el Ayuntamiento «extendiendo el brazo en saludo fascista». Después, visitaron el Castillo de Bellver. En la película hay una panorámica de toda la bahía filmada desde una de las torres con planos cortos de Bruno Mussolini, que entonces tenía sólo 11 años. Él se muestra interesado en el paisaje y trata de coger todos los detalles con su propia cámara de vídeo. En la siguiente imagen, aparece bebiendo agua del pozo del castillo.
La visita continuó en la recién inaugurada plaza de toros que diseñó Gaspar Bennàssar . Allí, les reservaron 1.200 asientos gratis, incluidos varios en el palco, junto al alcalde. Antes de empezar el evento, cantaron el himno de la Opera Nazionale Balilla (juventud fascista italiana) y recibieron una gran ovación del público mallorquín. Bruno se sentó muy cerca de la arena para grabar la escena con su cámara. Al terminar, los mil fascistas salieron en orden rumbo a la plaza de España. Era el 700 aniversario de la conquista cristiana de Mallorca y aprovecharon la ocasión para hacer una ofrenda floral a la estatua de Jaume I . Continuaron hasta el muelle y reembarcaron rumbo a su país. En el viaje de vuelta, bailaron y representaron una corrida de toros en la cubierta.
Bruno Mussolini volvería a Mallorca con 19 años como piloto de la Aviación Legionaria de Baleares. Llegó en septiembre de 1937, se alojó en el Gran Hotel como ‘señor López' y se puso al mando de un bombardero Savoia Marchetti SM.79, el avión más rápido y devastador de la flota italiana. Participó en los ataques a las ciudades del litoral republicano que causaron miles de víctimas. Sobrevivió y participó en la II Guerra Mundial como piloto del moderno cuatrimotor Piaggio P.108B, con base en Pisa. Murió en un accidente de aterrizaje el 7 de agosto de 1941.