El novelista y periodista ruso Fyodor Dostoyevsky (1821-1881) dijo: «Dios y el diablo están luchando allí y el campo de batalla es el corazón del hombre».
En el corazón humano existe el bien y el mal, y allí ambos están peleando.
En lo más profundo de nuestro interior estas dos fuerzas están enfrentadas y combaten una lucha diaria.
En nuestro corazón demos cabida a Dios y el bien triunfará sobre el mal.
Que la fuerza del bien invada nuestro corazón y dé frutos abundantes en nuestra conducta cotidiana.
Que la fuerza del bien ilumine nuestra existencia y nos capacite para amar entrañablemente a nuestros semejantes.
Que la fuerza del bien nos conduzca por caminos seguros a la meta de la felicidad.
Que la fuerza del bien nos haga buenos ciudadanos y ejemplares cristianos.