Hasta ahora la gente de centro era de orden. Moderada y liberal, huía de radicalismos. Pero ahora, al menos en Mallorca, ya se parecen a los de izquierdas. De esas izquierdas que, como en Ibiza y Mallorca, prefieren pelearse entre sí y perder todos ante el PP que ir juntos y ganarle. Talmente hace el centro mallorquín. La Lliga de Jaume Font quiere disputarla espacio y votos a la Convergencia per les Illes de Josep Melià. Y por si faltaba algo, la líder de Unión Mallorquina en Calvià, María José Rodríguez, “ocupa” la sede central del partido y amenaza con revivirlo para presentarse a las urnas. Ríanse ustedes de las guerras fraticidas de la izquierda. La del centro moderado y liberal promete ser más (políticamente) sangrienta. Y todo por una escasa bolsa de votos. Ninguno quiere ser bisagra, dicen. Pero me parece a mí que el ejemplo de UM ha cuajado tanto que son muchos los aspirantes a emularla.
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