José Ramón Bauzá se ha impuesto a José María Rodríguez. Ni el viejo león ha sido capaz de ganarle el pulso. Como antes Jaume Font, Antoni Pastor y los enfadados por la designación de María Salom, Rodríguez se ha tenido que rendir a la evidencia. Bauzá manda. Desde septiembre pasado el presidente ha demostrado ser un hombre de hielo, un tipo que actúa fríamente, que es letal para quien se le opone y que hace lo que quiere. Impuso antes a Salom como candidata al Consell e impone ahora a Mateo Isern, hombre de Carlos Delgado, como número 1 en Palma. La supuesta negociación interna jamás ha existido. Bauzá ha ganado a todos los que se le han opuesto. En estos meses el presidente del PP ha dejado un reguero de damnificados tras de sí de tal magnitud que si el 22 de mayo pierde se lo comerán vivo. Pero si es presidente del Govern, con esta forma de actuar que tiene tan gélida, podrá hacer lo que quiera. Incluso no cumplir alguna de las promesas de cargos futuros que habrá hecho estos días.
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