Ratzinger

El jefe del estado teocrático del Vaticano viene de visita a España y proclama a los cuatro vientos que la laicidad de este país le recuerda al “anticlericalismo fuerte y agresivo que se vio en la década de los años treinta”. ¿Dónde están las iglesias quemadas, los sacerdotes fusilados y las monjas violadas? ¿Será que el presidente vaticano vive en una realidad paralela? ¿Será quizás que eso es lo que le gusta fantasear a modo de justificación preventiva de una posible contra reacción futura? ¿La única referencia que se le ocurre de los años treinta es ésa y no, por ejemplo, la del “fuerte y agresivo” clericalismo cuyo entusiasmo bélico por el lado franquista fue culminado levantando palios bajo los cuales el dictador entraba en sedes de culto vaticano? ¿Por qué, ya que habla de los años treinta, no se refiere a qué pasaba en su país cuando tantos, como él mismo, abrazaban la fe hitleriana? ¿Por qué se entestan tanto estos fuertes y agresivos clericalistas en hacernos vivir a los demás como ellos quieren?...