Síguenos F Y T L I T R

Un pleno que deja a Vox en un papel secundario

| Palma |

Bajo un guion preestablecido, el pleno del Parlament tumbó este martes la propuesta de Vox para derogar la ley de memoria democrática. Sucedió gracias a los votos en contra de la izquierda y la abstención del PP, que días atrás sellaron este acuerdo a cambio de sacar adelante los decretos de inundables y de corrección de las enmiendas aprobadas por un error de los ‘populares’. Sin duda, fue un misil en toda la línea de flotación del partido ultra, que durante el debate de este superpleno protagonizó de nuevo un espectáculo poco edificante.

Un cálculo erróneo.

Las acusaciones cruzadas de traición y reproches entre los diputados del PP y de Vox marcaron el último acto de una sesión que, difícilmente, volverá a repetirse. Vox digirió de mala gana su papel de artista secundario. Sus últimas maniobras han erosionado al Ejecutivo de Prohens, especialmente por el asunto de los Presupuestos, pero también le han dejado en tierra de nadie y con la sensación de que sus diputados son simples marionetas que se manejan desde Madrid. Si se trata de calcular, es evidente que los números de Vox no cuadran y su intención de querer sacar partido a un error del PP transgrede cualquier ética política. Su cainismo –el partido en Baleares está fragmentado en diversas facciones– tampoco transmite nada bueno a la ciudadanía y ante su propio electorado.

Varios caminos.

Prohens y su gente saben de sobra que reeditar acuerdos con la izquierda es prácticamente una quimera, de ahí que el futuro más inmediato dibuje diversos interrogantes. No obstante, el PP tiene varios caminos y la firme intención de aprobar sus Presupuestos, que paradójicamente estaban pactados con Vox. Llegados a este punto, la formación ultra debería saber que Roma no paga a traidores y explicar también porque el PP ha permitido que Le Senne siga acomodado en la presidencia del Parlament a pesar de la indignidad de algunos de sus actos.

Lo más visto