Vox vuelve a marcar distancias con el Govern de Marga Prohens al tumbar la subida salarial, prevista vía dietas del Parlament, para los consellers que no son diputados autonómicos. Es un incremento rechazado por el PP al afirmar su portavoz, Sebastià Sagreras, que «se recuperan unas dietas que han estado vigentes durante treinta años». Pero Sagreras admite que, para su aprobación, el PP precisa de una mayoría de la que carece. Los votos de Vox son imprescindibles y al proclamar la portavoz de esta formación, Manuela Cañadas, que están «en contra de cualquier subida a diputados, consejeros y a cualquier persona que trabaje en política» –junto con el rechazo frontal de la izquierda–, el PP constata que no tiene la mayoría a la que alude Sagreras. Su argumento: «Es lo mismo que pasa en el Congreso, donde hay ministros del PSOE que, además de su sueldo, cobran dietas por acudir a las sesiones de control» y no es aceptado ni por el partido ultra, ni por el PSIB-PSOE, ni p0r Més per Mallorca. Una pinza que atrapa al PP.
Enmiendas de Vox que aprobó el PP.
El laberinto en el que se halla inmerso el PP en el Parlament incluye también las enmiendas de Vox a la ley de simplificación administrativa que prosperaron con el voto a favor de los ‘populares’. Es un error que el Govern quiere enmendar, pero se encuentra atrapado entre Vox, que no quiere renunciar a sus propuestas, inesperadamente aprobadas por el PP; y la izquierda, que ha presentado una proposición de ley para corregir las enmiendas de Vox.
Una tramitación ardua.
En este escenario, la tramitación de la ley de Presupuestos de la Comunidad para 2025 se presenta particularmente ardua y complicada para el Govern Prohens. Su aprobación dependerá de la capacidad de negociación –como hasta ahora–, aunque ninguno de los protagonistas de esta nueva partida debería perder de vista un aspecto esencial: el interés público y el beneficio de los ciudadanos.