El presidente del Parlament balear, Gabriel Le Senne, de Vox, continuará en el cargo al no haber prosperado la destitución reclamada por la izquierda por la abstención del PP. La propuesta, que de forma conjunta habían presentado las formaciones de izquierda, para cesar a Le Senne no obtuvo el apoyo de las tres quintas partes que establece el reglamento para la remoción del presidente. El resultado final fue de 25 votos a favor de los diputados que la plantearon; siete en contra de Vox –incluido el propio Le Senne– y el diputado no adscrito Agustín Buades; y 27 abstenciones del PP y el menorquín no adscrito Xisco Cardona. Esta iniciativa de la izquierda tiene su origen en el pleno del 18 de junio, cuando Le Senne rompió la fotografía de Aurora Picornell, republicana asesinada en la Guerra Civil, que exhibía en su ordenador la parlamentaria socialista Mercedes Garrido. El PP ha reprochado el comportamiento de Le Senne, pero se ha abstenido, con lo que ha frustrado la remoción.
Investigado por un delito de odio.
Tampoco ha prosperado la oferta del PSIB-PSOE para elegir a un presidente del Parlament del PP con «sentido de Estado», que reemplazara a Le Senne, «marcado por lo que hizo», como afirmó Iago Negueruela. Así, el PP no deja caer al presidente de la Cámara, que solo ha contado con la defensa de Vox, a pesar de que tendrá que responder por un presunto delito de odio al haber sido citado como investigado por un juzgado de Instrucción de Palma el día 27.
Minoría parlamentaria del PP.
Corresponde a Gabriel Le Senne ejercer el alto cargo que desempeña con sentido institucional, lealtad y decoro. Su actuación, en el pleno del 18 de junio, evidenció un talante impropio de quien preside la primera institución política de Balears. Sigue gracias al PP porque el Govern Prohens se halla en situación de minoría parlamentaria. La remoción abre un escenario de consecuencias imprevisibles.