El acuerdo entre el Ajuntament de Palma y Endesa para que Cort compre por fin el edificio de Gesa supone, sin duda, una buena noticia para la ciudad, a pesar de que ahora la operación urbanística está pendiente de que los fondos Next Generation aporten 10 millones de euros para completar los 25 necesarios. El controvertido inmueble está ubicado en plena fachada marítima palmesana y no es de recibo que lleve años cerrado y abandonado. No hay que olvidar que años atrás, incluso, llegó a ser okupado parcialmente por indigentes y se registró alguna sobredosis mortal en su interior. Se trataba de una situación extrema, que afectaba a la imagen de Palma, porque frente al edificio de Gesa pasan en verano cientos de miles de turistas recién llegados del aeropuerto y que entran en Palma en coches de alquiler, taxis o autocares.
Un proyecto estrella.
De llevarse a cabo, se trataría de uno de los proyectos estrellas del alcalde de Palma, Jaime Martínez, que este viernes detalló que las obras en el interior de edificio tendrían una duración de aproximada de treinta meses. Parte de las actuales instalaciones serán convertidas en un museo moderno y otras podrían albergar archivos municipales o bibliotecas. Sería un impulso multicultural para, además, revitalizar la zona. De hecho, algunas inmobiliarias ya se han fijado en el barrio y la especulación podría comenzar si finalmente Gesa es reconvertido y resucita urbanísticamente.
Obras en barriadas.
Cort ya ha mostrado su intención de transformar la plaza Mayor y sus galerías, tan deterioradas, y arreglar la plaza de España. Son iniciativas muy loables, aunque no hay que olvidar que las barriadas más humildes de Ciutat tienen problemas acuciantes y el Ajuntament no puede darles la espalda. El Consistorio, pues, tiene ante sí un reto titánico: modernizar y dignificar una ciudad con luces y sombras.