En la edición de ayer publicamos la historia de Xavier González, un joven motorista de la Isla que ha sufrido lesiones graves tras ser embestido por el conductor de una furgoneta que se dio a la fuga y que lo dejó malherido en la cuneta de la carretera de Sóller, frente a Palmanyola. La recuperación del muchacho será lenta y costosa, ya que presenta fractura de cinco vértebras, rotura de clavícula y otras lesiones y su madre, Susana Bonnín, ha hecho un llamamiento público a la colaboración ciudadana para que cualquier persona que tenga información sobre el conductor huido la comparta con las autoridades. No se trata, por desgracia, de un caso aislado y la Guardia Civil ha detectado un aumento en los casos de conductores que se dan a la fuga tras protagonizar un accidente en Mallorca.
Lo que esconden las fugas.
Un dato igualmente inquietante es que un gran número de estos infractores –que por norma general suelen ser detenidos días después porque la red viaria mallorquina está plagada de cámaras de seguridad– adopta la incívica decisión de escapar porque se encuentran bajos los efectos del alcohol o las drogas y temen las consecuencias; o carecen del seguro obligatorio o incluso del carnet de conducir. Los controles de la Guardia Civil de Tráfico son una poderosa herramienta para prevenir estas pautas que se repiten con demasiada frecuencia.
Contundencia judicial.
De igual manera, llama la atención que en los casos que están policialmente resueltos y se saldan con la imputación del conductor fugado, las sentencias judiciales no son demasiado severas cuando se trata de delitos de omisión del deber del socorro y se saldan normalmente con multas y suspensión durante un tiempo del carnet de conducir. No hay que olvidar, como en el caso del motorista abandonado a su suerte con severas lesiones en Palmanyola, que algunas víctimas pueden sufrir secuelas de por vida. La colaboración ciudadana es clave para combatir esta lacra cada vez más extendida.