Tras meses de tensión, este sábado estallaron los vecinos de la carretera de la Serra y a su paso por Banyalbufar los integrantes de la plataforma Indignats Ma-10 cortaron la vía para impedir el paso de motoristas que supuestamente realizan carreras ilegales y conducciones temerarias en aquellos peligrosos tramos de curvas. Los residentes llevan tres décadas denunciando el calvario que supone para ellos escuchar el rugido de aquellos bólidos, que alcanzan velocidades vertiginosas, y la contaminación acústica es tal que algunos vecinos han decidido vender sus propiedades porque no aguantan la situación. La trifulca de ayer, en la que algunos motoristas se enfrentaron a los concentrados, supone una peligrosa escalada en el conflicto y obliga a las autoridades a adoptar medidas urgentes.
Más vigilancia.
Los afectados se quejan de que la presencia de la Guardia Civil de Tráfico en la Ma-10 es simbólica y que los conductores temerarios saben perfectamente dónde se colocan los controles y los radares. En los últimos tiempos, la Benemérita anunció que utilizará drones para captar los adelantamientos peligrosos y multar a los infractores, pero lo cierto es que a día de hoy las carreras ilegales continúan y ya no se limitan a los fines de semana. Así pues, se antoja imprescindible una actuación más contundente de las Fuerzas de Seguridad, que no pueden permitir que aquella carretera sea escenario de alocadas competiciones.
Denuncia en Fiscalía.
El caso ya fue llevado a la Fiscalía por los abogados Pedro Horrach y David Salvá y una serie de afectados, pero de momento no se han adoptado medidas judiciales contra los implicados, muchos de los cuales son reincidentes. Además de molestar continuamente a los vecinos con los ruidos, la vía registra un alto número de siniestros, con muchos motoristas muertos en los últimos años y, lo que es más grave, los residentes se exponen a diario a ser embestidos por estos conductores temerarios.