El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el recién elegido presidente nacional del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, mantendrán este jueves su primer encuentro personal; una cita que ha levantado enorme expectación por su indudable trascendencia política. Lograr calmar y destensar las relaciones del Gobierno con el principal partido de la oposición es, sin duda, una de las claves de la cita que se produce en uno de los momentos más delicados de los últimos años en nuestro país debido al conflicto en Ucrania y la adversa coyuntura económica. Ambos temas seguro que estarán en la agenda de la audiencia.
Trasfondo económico.
El nuevo líder conservador ya ha adelantado que una de sus principales propuestas en materia económica es una rebaja de la presión fiscal, la receta de Feijóo para paliar los efectos de una inflación que está mermando la capacidad adquisitiva de las familias y frena la actividad empresarial. Este es uno de los puntos de fricción con la estrategia del Gobierno, partidario de sólo efectuar algunos retoques puntuales, como ha sido en el caso de los combustibles con la rebaja de 20 céntimos por litro y la autorización de la UE para topar el precio del gas.
Rebajar la tensión política.
Con todo, el resultado más esperado de la entrevista entre Sánchez y Feijóo hace referencia a la apertura de una nueva etapa de las relaciones. El presidente del PP ha hecho gala de un talante más negociador que su predecesor, Pablo Casado, vinculado a su papel institucional como presidente de la Xunta de Galicia. Los socialistas esperan con escepticismo ese cambio de actitud, el cual consideran inviable teniendo en cuenta las alianzas que los conservadores mantienen con Vox en diferentes autonomías. Con todo, es necesario normalizar la relación y la comunicación institucional entre el Gobierno y la oposición.