El informe sobre la evolución económica de Baleares y los indicadores para los próximos meses, elaborado por CAEB, concluye que la economía de las Islas cerró el 2021 con un crecimiento del PIB regional del 8,9 por ciento, cinco puntos superior a la media de España, a pesar del impacto de la variante ómicron de la COVID que afectó la campaña de Navidad. El sector servicios, léase la industria turística, volvió a tirar de la recuperación durante el 2021 gracias a que la temporada se prolongó hasta octubre y la dinamización del consumo en diciembre por la Navidad y fin de año. Pero también advierte la organización empresarial que preside Carmen Planas, que con la actual incertidumbre la economía balear no alcanzará los niveles de actividad prepandemia hasta el 2023 o el 2024. En esta línea, expone que «será el devenir de la pandemia y la guerra en Ucrania los factores que marquen la recuperación total». A las puertas de la temporada de este año, las dudas y la incertidumbre siguen instaladas en la economía, tanto en el ámbito nacional como en Balears.
Reducción de la confianza empresarial.
Las perspectivas para el 2022 constatan un clima de creciente preocupación al registrar, por primera vez en los últimos seis trimestres, una reducción de la confianza empresarial. La invasión rusa de Ucrania ha añadido más incertidumbre en un escenario que se esperaba más optimista por el final de la pandemia. Al mismo tiempo se agudiza la inquietud por el encarecimiento de los productos, servicios y materias primas, en especial la energía, con una espiral inflacionista que no para de crecer.
Semanas decisivas para la temporada.
Baleares ha demostrado su resistencia, capacidad y adaptación ante las crisis. El conjunto de la economía regional depende en un 80 por ciento del turismo. Las próximas semanas serán decisivas para confirmar las reservas y para acabar con las dudas que impiden una reactivación económica rápida, como se esperaba.