Las dificultades para el abastecimiento de material en los astilleros de las Islas se está convirtiendo en un serio problema, que en este caso comparte con otros sectores como el automovilístico. Ante la imposibilidad de atender los plazos que exigen los armadores, la demanda se ha desviado a un mercado de segunda mano que ya da síntomas de agotar su oferta disponible. Los suministros de hierro, acero, madera, componentes electrónicos, ... han quedado bloqueados o sin garantías de una recepción estable, circunstancia que, en lo que afecta a la industria náutica balear, genera un colapso más que preocupante a la vista de sus consecuencias.
Papel estratégico
Baleares, y Mallorca en especial, ha logrado hacerse un hueco importante con su oferta de astilleros, tanto para grandes como pequeñas embarcaciones. El prestigio internacional alcanzado es innegable. Toda esta labor puede quedar en entredicho si se mantienen las dificultades en el acceso a los principales suministros, una situación que en apariencia debía ser coyuntural, pero que se está prolongando de manera indefinida. Las razones son complejas y confluyen circunstancias muy diversas. En esta coyuntura se encuentra un sector tan determinante para la economía de Baleares, el cual ha obtenido en los últimos años un dinamismo que le ha situado en un lugar privilegiado a nivel internacional.
Impacto internacional
Esta coyuntura adversa afecta por igual a la mayoría de países occidentales, un escenario que obliga a evitar la pérdida de oportunidades en el mismo momento que se logre normalizar la situación. La afectación, por los tiempos en los que se mueven las entregas de las embarcaciones, puede que no sea inmediata, pero sí a medio o largo plazo. Se precisa la preparación de fórmulas, por parte de las instituciones, que traten de paliar unas dificultades que es probable que se agudicen en los próximos meses.