El relevo generacional marca un momento crítico en las empresas familiares al constituir un proceso de transición para el traspaso del timón y las responsabilidades de dirección y gestión entre la generación saliente y la entrante. Es un proceso no exento de dificultades para transmitir con eficacia los valores de los fundadores que garanticen la continuidad de la actividad económica con nuevos retos y exigencias. Porque estas empresas son un patrimonio familiar fruto de un proyecto inicial con unos planteamientos, no sólo económicos, también éticos, que incluyen la responsabilidad social, la solidaridad y una relación con los trabajadores basada en la complicidad y compartir los principios que definen estos negocios familiares. Estos retos se han abordado con valentía y claridad en el encuentro ABEF 2021 (Asociación Balear de la Empresa Familiar) que se ha celebrado en Menorca, organizada por su presidente, Oscar Roses; y la vicepresidenta Gabriela Pons-Quintana Sugrañes.
La tercera generación
La actual etapa de ABEF, que preside Esther Vidal, ha promovido la creación del Fórum ABEF para implicar y movilizar a los jóvenes de Mallorca, Menorca y las Pitïuses que están llamados a ser los líderes de las terceras y cuartas generaciones de las empresas familiares de Baleares. Son los nuevos emprendedores –las generaciones de los Z y los millennials– que continuarán y renovarán la trayectoria creadora de sus familias desde la sostenibilidad, las nuevas tecnologías, la innovación y la digitalización.
Obstáculos a eliminar
Para llevar a cabo este relevo generacional es preciso contar con un escenario propicio en Baleares a la inversión y la modernización empresarial. Los sobrecostes de la insularidad, una excesiva presión fiscal, el laberinto normativo y la falta de agilidad de las administraciones son obstáculos a eliminar para que los jóvenes emprendedores de las Islas puedan desarrollar sus iniciativas y su potencial de transformación.