La falta de concreción y las evasivas con las que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, eludió las cuestiones que preocupan y afectan a Balears tras reunirse con Felipe VI en Marivent, evidencian la falta de compromiso del presidente el Ejecutivo con estas Islas, que son la comunidad de España cuya sociedad y economía se han visto más severamente castigadas por la pandemia. La destrucción de empleo y una caída del PIB regional del 27 por ciento han de ser compensados con la llegada de más fondos del Plan Next Generation UE, pero Sánchez se refirió a los 855 millones asignados a Balears de las ayudas directas del Estado para pymes y autónomos por la pandemia. Se desconoce cuándo pagará el Govern estas ayudas, que fueron aprobadas por el Gobierno el 12 de marzo; teniendo en cuenta, además, que desde el Consolat se anunció que beneficiarían a 33.000 empresas, pero sólo se han recibido 11.939 peticiones.
Malestar y desacuerdo.
Los grupos de la oposición –PP, Ciudadanos y el PI– expresan su malestar por estas evasivas y subterfugios. Antoni Costa (PP) califica de «humillante» la actitud de Sánchez y denuncia que «el presidente del Gobierno no puede utilizar las ayudas por la COVID-19 como excusa para no cumplir otros compromisos». En términos similares se expresa Patricia Guasp (Cs), al lamentar la «falta de peso del Govern ante el Gobierno central». El secretario general del PI, Tolo Gili, añade que «no se trata de claudicar ante Sánchez, sino de exigirle el cumplimiento del Régimen Especial».
Constantes incumplimientos.
El Senado aprobó en marzo que durante el segundo trimestre tenía que reunirse la comisión bilateral Estado-Balears para desarrollar el REB aprobado por el Consejo de Ministros en febrero de 2019. Esta sesión no se ha celebrado, lo que constituye otro incumplimiento, junto con el factor de insularidad, que tampoco se aplica. Necesitamos hechos y realizaciones.