La presidenta del Govern, Francina Armengol, aprovechó la celebración de la feria turística de Fitur para anunciar un importante avance en la desescalada: los visitantes nacionales ya vacunados, aunque sea sólo con la primera dosis, podrán entrar en Baleares sin necesidad de presentar una PCR negativa. La medida supone un paso más hacia la ansiada normalidad, que en este caso se complementa con el libre acceso de turistas procedentes de Alemania y al que en las próximas semanas podrían incorporarse los de Gran Bretaña. La industria turística se acerca a la velocidad de crucero del mismo modo que lo hace el ritmo de vacunación.
Premio al esfuerzo.
Armengol recoge en Fitur el resultado de meses de una política de restricciones severas para contener la pandemia. Es una estrategia que ha marcado una seria diferencia con otras comunidades pero que, al final, ha dado los resultados esperados. Balears figura entre las autonomías con los índices más bajos de contagios del Estado. Es un logro cuyo mérito también está vinculado a la campaña de vacunación masiva, ya que ha logrado superar las primeras semanas que, conviene recordarlo, estuvieron marcadas por la escasez de viales y los mensajes contradictorios.
Avances en la restauración.
Junto con los mensajes dirigidos al sector turístico, la nueva etapa en la desescalada también plantea novedades en el campo de la restauración con la apertura del interior de los establecimientos; aunque se siguen aplicando algunas restricciones. Es la nueva senda en la que se instala la economía balear y que debe rebajar la cifra de trabajadores en ERTE y en las listas del desempleo. También debería ayudar a recuperar el tono productivo que siempre ha caracterizado al empresariado balear. Con todo, es preciso evitar actitudes negligentes. El virus sigue estando presente, por lo que no hay que darle ninguna oportunidad para contagiar.