Las encuestas realizadas por el Institut Balear d'Estudis Socials (IBES) en exclusiva para Ultima Hora sobre la valoración de la política municipal del Ajuntament de Palma evidencian una creciente valoración negativa de los ciudadanos respecto a las principales y emblemáticas iniciativas que se llevan adelante "algunas de las cuales pretenden justificar incluso un cambio en el modelo de ciudad", así como respecto a sus propios gestores, con la alcaldesa, Aina Calvo, al frente.
El estudio detallado del resultado del sondeo demoscópico del IBES revela el error, reiterado, de los responsables en el gobierno municipal en las maneras con las que está actuando. Las críticas se centran en un trazado impuesto por las Avingudes para el carril bici y no en su concepto. Otro tanto ocurre con la manifiesta descoordinación de las obras del Plan E. Los palmesanos perciben ineficacia en Cort cuando aborda problemas como la tensa situación que se vive en barriadas de Son Gotleu o Son Banya, así como la cuestión del botellón, sobre el que, precisamente, la fórmula presentada por el Ajuntament es la peor recibida por los ciudadanos.
Con un clima de insatisfacción ciudadana creciente, la figura de la alcaldesa, Aina Calvo, no queda indemne. El relevo en Cort dotó a la política socialista de un importante crédito que, con el tiempo, se está agotando ante los palmesanos. La inexperiencia en la gestión institucional y la incapacidad de coordinar un pacto ideológicamente tan amplio como el que gobierna el Ajuntament lastran la imagen de Calvo, que debe afrontar el tramo final y decisivo de la legislatura desde una posición muy debilitada a tenor de la opinión del electorado palmesano. Y eso a pesar de tener una oposición inexistente.