Un juez estadounidense estudiará si desestima la demanda de X Corp. contra una organización sin ánimo de lucro que ha criticado el aumento de la incitación al odio en la red social Twitter desde que Elon Musk se hizo cargo de ella. X demandó al Center for Countering Digital Hate el pasado mes de julio, acusándolo de intentar «ahuyentar» a los anunciantes afirmando que Musk estaba haciendo poco para impedir que el discurso del odio, los mensajes racistas y otra desinformación invadieran la plataforma.
Según X, la organización sin ánimo de lucro extrajo y seleccionó indebidamente datos para crear informes falsos y engañosos, con la esperanza de silenciar a aquellos con los que no estaba de acuerdo en temas tan controvertidos como las vacunas COVID-19, la salud reproductiva y el cambio climático.
El Center for Countering Digital Hate rebatió que era Musk, un absolutista autoproclamado de la libertad de expresión, quien intentaba silenciar a otros. El centro dijo que no era responsable de cómo reaccionaban los anunciantes a sus informes no difamatorios sobre contenidos disponibles públicamente en X, y que la demanda violaba la ley de California contra litigios estratégicos contra la participación pública (SLAPP, por su sigla en inglés). La organización sin ánimo de lucro también negó la afirmación de X de que rivales comerciales y quizá gobiernos extranjeros estuvieran financiando sus esfuerzos.
El juez de distrito Charles Breyer de San Francisco estudiará la solicitud de desestimación en una vista. No está claro si se pronunciará inmediatamente. La Fundación Europea del Clima, que promueve los esfuerzos para mitigar el cambio climático, también es parte demandada. Musk, la segunda persona más rica del mundo, compró Twitter por 44.000 millones de dólares en octubre de 2022. Desde entonces ha sido muy criticado por despedir a demasiadas personas en X que vigilaban la desinformación y por permitir más publicaciones dañinas y abusivas. En noviembre de 2023, Musk respaldó una publicación antisemita en X que afirmaba que miembros de la comunidad judía estaban avivando el odio contra los blancos, diciendo que el usuario decía «la auténtica verdad».
Ha negado ser antisemita y ha intentado enmendar su publicación. En enero visitó el antiguo campo de exterminio nazi de Auschwitz, en el sur de Polonia. Los anunciantes han huido de X desde que Musk la compró y redujo la moderación de contenidos, lo que ha provocado un drástico aumento de la incitación al odio en X, según han denunciado grupos de defensa de los derechos civiles. Musk es también director ejecutivo del fabricante de vehículos eléctricos Tesla, que se ha enfrentado a varias demandas en las que se le acusa de tolerar el acoso a los trabajadores.